martes, 11 de mayo de 2010
Depresión Espiritual.
La depresión es una enfermedad silenciosa que puede destruir la vida de una persona en muchos niveles de la misma. La persona se convierte en un ser miedoso, ansioso, impotente, altera su vida, dejando que ya no tenga sentido y causándole demasiado sufrimiento.
A su vez le otorga incapacidad y alteraciones tanto emocionales como mentales, llegando a arrastrarla hasta el suicidio.
Los síntomas que presentan son:
sentimientos de tristeza o desesperanza, pérdida de interés e incapacidad de experimentar placer, aumento o pérdida del apetito (anorexia), insomnio o mucho sueño (hipersomnia), fatiga o energía baja, autoestima baja, pensamientos recurrentes de muerte o suicidio, sentido de inutilidad o incapacidad, baja concentración, sentimiento de culpa, miedo persistente a qué o para qué, pérdida del sentido de la vida.
Existen tres tipos de depresión según su origen y las dimensiones de cada hombre.
A-Endógenas (dentro de uno mismo) u orgánicas: dimensión física, de origen biológico. Responde a tratamientos con antidepresivos.
B-Reactivas: demensiones psicológicas y psicosocial, de origen psíquico. La persona se siente triste, por ejemplo: pérdida de un ser querido, pérdida del trabajo (social).
C-Espirituales, las más comunes son la insatisfacciones espirituales. No responde a medicamentos sino a descubrir el sentido de la vida.
En la depresión espiritual la persona experimenta ruptura y desconexión con los valores internos y con acontecimientos, circunstancias, personas y situaciones. No visualiza futuro, planes o respuestas. NO hay mañana. Se siente pesimista.
A estos se lo llama represión del futuro, de lo que puede pasar. Se cierra el futuro hay un vacío existencial marcado, caracterizado por tedio o aburrimiento manifiesto.
Puede presentarse la llamada depresión del domingo a la tarde.
Las causas de la falta del sentido de la vida son:
a- Quiebra del diálogo, no hay un ser, un interlocutor, un alguien que escuche, un vínculo, un encuentro.
b-Sufrimiento físico. Muy fuerte.
c- Falta de confianza. Ecéptico, falta de fe, no creer en nada.
d- Frustración existencial. Metas que no se logran. Conflictos de conciencia. Lo que debemos hacer y no podemos, surgiendo sentimientos de culpa e inferiodad.
Todas las dimensiones de la persona se pueden enfermar, los sentimientos, el intelecto pero, la persona con desarrollo espiritual no se enferma nunca.
Ante la depresión hay dos posibles posturas; distanciarse o identificarse con la enfermedad. Quien se identifica con la enfermedad se entrega a ella y se siente defectuoso, culpable, indigno.
Es necesario:
Pedir ayuda, solo no se puede, se necesita alguien que escuche sin juzgar y en quien poder confiar. Encontrar sentido, pero con esto solo no alcanza. Para descubrir el sentido de la vida primero debemos reconocernos, aceptarnos y algo muy importante: debemos querernos, protegernos, cuidarnos, ser buenos con nosotros mismos, humanizarnos, hacernos todo el bien posible.
Debemos orientarnos hacia nosotros mismos. No es lo mismo decir; "la vida no vale nada" que yo no valgo nada.
Hay una desvalorización de la persona (por sus esquemas mentales y por los "deberías" y no de los acontecimientos.
Por lo tanto en esa búsqueda nos debemos repetir esta frase: "El sentido se encuentra, no se busca".
Es muy importante el cambio de actitud, no solo aceptarnos sino querernos.
En definitiva, la depresión espiritual es igual a "dejar de amarse."
Preguntas para usted y su trabajo personal:
1- ¿Puede usted descubrir o identificar el motivo de su tristeza?
2- ¿Hace usted algo encontrar el sentido de la vida?
Pedir la ayuda de Dios, que Dios todo lo cura
Salmo 16:
Cuídame, Dios mío, porque en ti busco protección. Yo he dicho: "Tú eres mi Dios; todo lo bueno que tengo, lo he recibido de tí. Sin Tí no tengo nada."
Tú eres mi Dios, eres todo lo que tengo; tú llenas mi vida y me das seguridad.
Gracias a Tí la herencia que me tocó es una tierra bella. Yo te bendigo por los consejos que me das; tus enseñanzas me guían en la noche más oscura.
Yo siempre te tengo presente; si Tú estás a mi lado, nada me hará caer. Por eso estoy muy contento por eso me siento feliz, por eso vivo confiado. Tú me enseñas a vivir como a Tí te gusta. ¡En tu presencia soy muy feliz! ¡A tu lado soy siempre dichoso.!
Salmo 43:
¡No hay razón para que me inquiete! ¡No hay razón para que me preocupe! ¡Pondré toda mi confianza en Dios mi salvador! ¡Sólo a Él alabaré!
Salmo 130:
Dios mío yo te llamo porque estoy muy angustiado. ¡Escúchame Dios mío! ¡Presta oído a mis gritos que te piden compasión!
En Dios he puesto toda mi esperanza; con toda el alma confío en Él, pues confío en sus promesas.
La depresión puede llevar por caminos equivocados desde el alcohol hasta el suicidio.
Por eso es necesario buscar urgente ayuda médica y ayuda espíritual.
Cuando la persona no está en condiciones de hacerlo debemos prestarle ayuda urgente.
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