Existe un dicho que dice: Cura tu cuerpo y se curará tu mente.
Mens sana in corpore sano, es una cita latina de Juvenal. Su sentido original es el de la necesidad de un espíritu equilibrado en un cuerpo equilibrado.
Somos lo que pensamos. Y lo primero que se te ocurre va a tu Mente
La edad, la belleza, la salud, comienzan en la mente, luego se reflejan en el cuerpo.
La riqueza comienza en la mente, luego se refleja en el bolsillo.
La felicidad comienza en la mente, luego se refleja en lo que la vida nos trae a cambio.
Porque primero está lo que hay en la mente, ello se refleja en la salud, en el atractivo personal, en la cuenta bancaria, en el éxito, en la felicidad; o en caso contrario si tenemos necesidades, todo va según lo que haya en la mente.
Primero es la mente, a partir de allí se ordena o desordena todo lo demás, todo lo que nos sucede en la vida, pase primero por nuestra mente.
Por eso, es muy importante aprender a manejar nuestra mente. Aprender a dominar nuestra mente es cambiar favorablemente nuestro futuro, y eso es una forma de hacer magia, de convertir en realidad aquello que hayamos decidido que esté en nuestra mente.
Una de las maneras más efectivas de elevar la vibración y energía de nuestro Campo energético es, sin duda alguna, equilibrar los 3 elementos más importantes y de los cuales formamos parte, Cuerpo-Mente que vienen unidos al Espíritu o para algunos Alma.
Curar viene del latín curare que significa cuidar, y por lo tanto curarse es cuidarse, y cuidarse también significa quererse, respetar y querer el cuerpo.
Es importante entender y comprender que para que podamos llegar a una plenitud corporal y espiritual debemos mantener equilibrados los 3 cuerpos que hacen posible nuestra evolución:
El Cuerpo, La Mente y El Espíritu.
Los tres están íntimamente ligados, no pueden separarse, todos funcionan al unísono.
Si uno de ellos no se desarrolla, no alcanzará al otro, y éstos dos no tendrán unión con el siguiente, y por lo tanto no habrá plenitud.
Si los tres están desarrollados se encuentran, se unen, se ligan estrechándose, unos a otros como las raíces de un árbol que llegan a todos lados para obtener su alimento en la tierra.
En una vida cada vez con más problemas de sueño, de mucho trabajo y de alimentación pobre en nutrientes, es importante buscar una actividad que nos permita equilibrar la parte más densa que hay dentro de nosotros para poder dejar paso a las energías y a los estados más sutiles que todo ser humano lleva dentro y así permitir su canalización.
Caminar de forma rápida una hora al día o más, o lo que nuestro cuerpo soporte, puede ser una buena manera de reducir peso, liberar tensiones, y relajarse.
Al mejorar nuestra reserva de energía que cada vez irá más en aumento y como no, mejorar la salud y la mente.
Practicar cualquier deporte que no requiera de un riesgo por parte de nuestro cuerpo será un buen inicio para equilibrar nuestras energías ocultas y que nosotros ignoramos que están dentro nuestro: el montañismo, la natación, el tenis, el ciclismo.
Si además del ejercicio y el deporte va acompañado de sana diversión o distracción, mejor que mejor, para nuestra salud corporal y mental.
La alegría y el hecho de disfrutar del deporte es algo muy recomendable para todos y es el secreto de la Espiritualidad.
Se ha ser constante para lograr un óptimo resultado, y ver lo muy beneficioso que es para el cuerpo y la mente.
Al fin y al cabo, en este maravilloso viaje llamado "vida" no es más que un juego, donde todos los días debemos jugar y ganar, desde que nos levantamos hasta que llegue la hora de ir a dormir, debemos enfrentarnos con la vida, y vencer las dificultados diarias hora tras hora.
A veces este juego es duro, otras veces menos, pero nos brinda la posibilidad de disfrutar, y cuando llega la noche, el día ha terminado, y podemos decir, otro día ha pasado, otra vez he vencido "yo".
Mañana comenzará el juego otra vez, y tendré que vencer, tendré que enfrentar el día que me espera. Yo puedo, y lo haré. Ése debe ser nuestro pensamiento.
¡Muchas veces se nos escape la vida entre nuestras manos sin darnos cuenta de que estamos vivos y el tiempo pasa, sin detenerse!
Es muy recomendable que liberemos tensiones interiores y sensaciones destructivas como la Ira, la Impaciencia o el Agobio, los Pensamientos Nefastos, no solo los que surgen dentro nuestro, sino, los que surgen para ciertas personas que quizás no nos caen bien, no nos agradan.
El deporte competitivo puede ser una vía de liberación de la propia agresividad, unos buenos golpes a un saco de boxeo o unas pataditas a la pelota pueden ser una buena manera de dar salida a la rabia que sentimos por haber discutido con nuestra pareja, con algún familiar, con algún compañero de trabajo, o porque los niños no me han dejado dormir o porque el jefe en el trabajo es un poco o muy desagradable.
La natación que une el ejercicio con la posibilidad de relajarse en el agua puede ser un buen comienzo y es sin duda uno de los mejores deportes para equilibrar de una forma global todo nuestro cuerpo.
El agua ayuda mucho a relajar nuestros músculos, y liberamos las tensiones, dándonos placer y bienestar.
El Plano Espiritual también nos otorga un Don que nos conecta directamente con el Padre Celestial, con lo Eterno, con las maravillas del Cielo, los Ángeles guardianes, y todo lo que envuelve lo espiritual, dándonos sin duda luces para la Creatividad.
Si tenemos un trabajo creativo ayudará a desarrollar todo nuestro potencial interior y espiritual pero si no lo es, además del deporte o del ejercicio físico debemos realizar tareas Creativas para poder equilibrar otro cuerpo tan importante como es la Mente.
La tarea de cortar una tela, coserla y hacer una camisa, un vestido o un pantalón, hace que nos sintamos útiles, y nos reconforta.
La expresión artística o artesanal son también técnicas creativas útiles en general para todas las personas por ser una forma de expresión.
Cada persona puede elegir una actividad que le guste y le ayude a expresarse (ex-presar o sacar a fuera algo que está preso): pintura, cerámica, moldeado de barro, artesanía,...)
Son formas sanas de expresar los sentimientos más internos y trabajar las preocupaciones, miedos, ansiedades.
Ya se sabe que las manos y sus movimientos, van desde una caricia al abrazo fraterno, del puño cerrado al dedo índice señalando, expresando los "sentimientos del corazón", aveces estos sentimientos son buenos otras veces son malos.
Lo mismo nos ayuda la escritura personal. Para algunas personas puede ser útil llevar un diario personal o dejar que a través de la intuición o inspiración escribir lo que nos surja en el momento, y luego traspasarlo al papel.
Otro elemento realmente importante es la manera en que nuestro cuerpo adquiere energía.
Una de las Energías más importantes es la que obtenemos etéricamente cuando dormimos, y descansamos lo suficiente, cuando respiramos de una manera consciente y también cuando estamos en paz interior. Esta es la Energía de la propia Fuente Universal que todo ser humano lleva dentro.
Aunque aveces depende de cómo tenemos equilibrados nuestros campos sutiles para recibirla y desarrollarla en mayor o menor cantidad ya que en nosotros está la buena fluidez de esta Fuente Inagotable de Energía.
El Yoga, y El Reiki son terapias alternativas, para conseguir dominio de nosotros mismos. Estas prácticas energéticas nos llevarán a corregir los desequilibrios físicos, mentales, emocionales y espirituales, volver a la condición esencial para una salud concebida como integridad armónica.
Por otra parte tenemos otros mecanismos para obtener energía y es responsabilidad nuestra el saberlo manejar con mayor o menor eficacia: La Alimentación.
Cómo alimentarnos.
Somos los que comemos y por tanto mantener una dieta equilibrada a base de todo tipo de alimentos que estén lo más frescos posibles y que mantengan la máxima cantidad de energía y vida nos asegurará que los canales espirituales fluyan sin resistencias y no nos causen malestar, agotamiento o bloqueos.
Se recomienda comer todo, en poca cantidad, pero no prohibirse de ninguno de ellos ya que todos tienen en menor o mayor grado una parte satisfactoria para nuestro organismo.
El vegetarianismo puro, o una dieta sin huevos, leche y carnes, no es aconsejable.
Ya que nuestro cuerpo exige parte de ésos alimentos, para el buen funcionamiento de nuestra ser interior.
Muchas veces se ésta cansado, desganado, deprimido, o con falta de interés en las cosas, y justamente, es por carecer de los nutrientes de nos proporcionan, las carnes, los huevos, y la leche.
Todo en forma moderada, y sin privarse de nada, es bueno alimentarse de todos los alimentos para todo el que quiera sentirse bien.
Si no alternamos la actividad diaria con nuestra manera de dormir y de comer acabaremos estresados y agotados física y psíquicamente.
La persona enferma que de por sí es una persona agotada necesita descansar y dormir mucho.
La Alimentación es una de las maneras más directas de obtener energía para nuestra materia física.
La Alimentación sana es una dieta que debe contener como base frutas, verduras, cereales integrales, frutos secos, dejando que el cuerpo se equilibre y se autorregule el mismo.
Las frutas, verduras, cereales integrales, frutos secos...aportan además vitaminas y otras sustancias antioxidantes protectoras del organismo y nos ayudan a mantener el peso del cuerpo a un nivel sano.
Un buen desayuno puede ser comer tres o cuatro nueces, 3 o 4 avellanas, un puñadito pasas de uvas rubia o morena, un puñado de cereales, tipo corn flakes, y tomar un yogur desnatado o descremando, acompañado de un té verde, por sus múltiples beneficios, y endulzado con miel pura.
Este desayuno no solo nos ayudará durante toda la mañana hasta la hora del almuerzo, sino nos saciará, y nos hará adelgazar, o bajar de peso.
Cualquier persona, si no tiene alguna otra causa mayor que lo contraindique, puede hacer unos días de dieta a frutas y ensaladas ya que son alimentos Crudos y por tanto se comen directamente de como vienen de la naturaleza, bajo vigilancia de algún experto dietista o médico para favorecer la curación.
Los alimentos crudos tienen toda la vitalidad de la naturaleza, recogida durante los meses de maduración de los 4 elementos de la naturaleza (tierra, agua, aire, sol). Está especialmente indicada en las crisis de desintoxicación a la que llamamos enfermedad.
El ayuno, controlado por un dietista o médico, es una buena manera de favorecer la recuperación de cualquier manifestación de enfermedad.
El ayuno no cura, es el cuerpo el se cura durante el ayuno.
Por propio instinto, los animales y los niños pequeños dejan de comer cuando se ponen enfermos.
Se recomienda ayunar durante las crisis de desintoxicación y está especialmente indicado cuando desaparece el hambre. El enfermo no se cura por comer mucho, todo lo contrario el exceso de comida agota al cuerpo.
La persona enferma necesita que las energías se concentren en la eliminación de sustancias tóxicas y en la reparación de las zonas enfermas. Comer mucho cuando se está enfermo es una de las mejores maneras para empeorar la situación.
Tanto en el ayuno como en la dieta a frutas o ensaladas pueden aumentar temporalmente los síntomas del trastorno, esto lo debemos tener en cuenta ya que si no corremos el peligro de creer erróneamente que es un empeoramiento.
Muchas enfermedades crónicas tienen que pasar por una agudización temporal (normalmente unas horas o unos pocos días) de sus síntomas para lograr una verdadera mejoría o curación.
No es un empeoramiento sino un proceso de crisis curativa, pero hay que saber entenderlo.
Es aconsejable eliminar la sal en las comidas o al menos tratemos de reducirla conforme pasan los años.
Para ello necesitamos cambiar la forma de preparar y cocinar los alimentos, manteniéndolos menos tiempo de cocinado, con poca agua o al vapor.
Aprende a hacer salsas con verduras diferentes, un poco de aceite, todo ello batido. La sal mineral es una sustancia no asimilable por el organismo y además tiene un efecto perjudicial sobre él.
Reducir el comer en EXCESO los alimentos ricos en proteínas de origen animal (carnes, pescados, huevos, leche...), pero no dejar de comerlos, ya que nos proporcionan las proteinas necesarias para nuestra vivir diario.
Los dulces, como chocolates, mermeladas, y pastelería, tomados con moderación y en raciones pequeñas, no son tan malos como algunas veces se dice, solo hay tomarlos con moderación, y nada en abundancia.
Reducir al máximo el comer alimentos más ricos en grasas saturadas o grasas trans: las carnes grasas, mantequilla, embutidos, quesos grasos o muy salados, frituras...
ya que éstas aumentan el riesgo de padecer enfermedades coronarias, aumento de los trigliceridos, aumento del colesterol malo, o HDL.
Reducir al máximo el comer en EXCESO azúcares y almidones o hidratos de carbono refinados (pastas, galletas, dulces,...). Es necesario sustituirlos por alimentos ricos en carbohidratos complejos (patatas, cereales integrales, como: avena, salvado, harina integral, arroz integral...).
No usar los recipientes de aluminio, especialmente los usados para mantener y almacenar alimentos. Se aconseja usar recipientes de loza o plásticos reciclables.
Las personas mayores deben reducir los lácteos. Tomando de vez en cuando yogur, queso fresco, ...pero no leche líquida, no se digiere bien en el estómago, en algunas personas causa diarrea.
La Espiritualidad
No olvidemos que el cansancio es uno de los principales síntomas de enfermedad y no permite vivir a nivel espiritual, ni conectarnos con nuestro ser interior.
El animal enfermo reposa y se coloca en un rincón aislado del mundo a descansar. Nuestros hospitales deberían ser verdaderos lugares de descanso y, antes de los hospitales, nuestros hogares y lugares de retiro deberían ser verdaderas clínicas de cura de sueño y de energía.
Es importante saber que a nivel Espiritual existen diferentes Dimensiones Espirituales y que la primera dimensión es el Reino Vegetal y Mineral.
Esta Primera Dimensión tiene una virtud y un poder que es el más importante a nivel energético y espiritual y es por esa razón por la afecta a todo el Planeta Tierra en su globalidad, la Naturaleza TRANSMUTA o CAMBIA toda negatividad y es el único elemento de la Tierra que tiene la facultad de hacerlo.
El contacto con la Naturaleza y las actividades al aire libre (paseo, ejercicio, sentarse y contemplar la puesta o salida del sol) son necesarios para una buena salud y para transmutar toda negatividad o bloqueo que podamos tener.
Necesitamos el contacto con la naturaleza porque somos Seres que venimos de la Naturaleza, andar descalzo en contacto con la tierra (hierba, arena de la playa), con los pies libres y "tocando tierra" es la manera más efectivas de sentirse unido a la Madre Naturaleza, al Planeta y de eliminar y prevenir muchos bloqueos y enfermedades que nos provocamos por no saber limpiar la negatividad de nuestra Energía.
Quien contempla en silencio desde lo alto de una roca, o un meseta, o simplemete de un árbol, la inmensidad del mar, o la tranquilidad de un río, se conecta con lo más profundo de su ser, su alma, y ésta le transmite todo el poder que tiene, que su Creador le ha dado, y que nosotros podemos descubrir y formar parte de ello, si nos dejamos llevar un momento por ése potencial espiritual, agradeciendo al Creador, Dios Todopoderoso, por permitir estar en éste momento admirando algo que es suyo, y obra de sus manos.
Y agradecerle por toda la creación, que la hecho para que nosotros también la disfrutemos y la admiremos, ya que somo hijos suyos.
Asistir a un oficio religioso, una vez por semana, ayuda en gran parte para poder conectarnos mucho mejor con la naturaleza, hace que veamos las cosas de otra forma, y llevemos una vida más tranquila.
Y en caso de pasar por una dificultad extrema, la espiritualidad aflora en nosotros, y somos capaces de resolver con más conciencia los problemas que nos aquejan.
Rezar, meditar o leer libros religiosos, tiene mucho efecto sobre nuestro ser espiritual, solo es necesario, como en todo los puntos de nuestra vida, ser constantes, no decaer en caso de dificultades o problemas serios, siempre tener presente que todo tiene remedio o solución, solo está en nosotros saber cómo resolverlo y en la forma más correcta.
Hay un dicho Chino que dice: Si la cosa tiene solución para qué preocuparse. Si la cosa no tiene solución para qué preocuparse.
No es la solución a nuestros problemas, pero ayuda a pensar que todo se puede resolver, además ante un problema, siempre hay una salida o solución.
El contacto con el agua en todas sus formas (lluvia, balnearios, ríos, playas) es una manera de equilibrar los bloqueos que tengan su origen en las Emociones.
El Agua es sin duda una de las primera bendiciones de Dios, Nuestro Padre Celestial, ya que el Agua es sinónimo de Vida.
Donde hay agua, hay vida.
Somos agua en dos terceras partes o más y esto es un indicativo de la necesidad de este elemento para el organismo.
El agua limpia externamente y lo que es también importante internamente.
Tanto en la vida de Jesús como en en camino de muchos Maestros Iniciados, el Agua ha sido el elemento de purificación del Alma y el inicio de la pureza espiritual y es por esa razón que muchos elementos ocultistas y mágicos tienen como protagonista eterno el Agua.
Cuando estamos cansados y estresados una ducha de agua o un baño nos "descarga" y relaja.
El agua vital de los alimentos frescos, frutas y verduras o el agua pura con pocos minerales de un claro manantial es un elemento primordial para favorecer la salud y prevenir o la curar la enfermedad.
Debemos evitar por tanto y en la medida de nuestras posibilidades cualquier alteración de esta Agua con otros elementos químicos o artificiales como son las bebidas formuladas o gaseosas ya que contienen cafeínas, y colorantes químicos, o las bebidas alcohólicas muy perjudicial para nuestra salud.
Es recomendable que la persona enferma beba cuando tenga sed, el instinto de la sed marcará la cantidad necesaria de agua para el cuerpo.
Hoy día se recomienda beber hasta 2 y medio o 3 litros de agua diarios.
Para eliminar toxinas acumuladas en nuestro organismo.
Es necesario mantener la higiene personal en condiciones y se recomienda la ducha con agua templada o un poco caliente.
Bañarse en verano todos los días, con jabones naturales a base de aloe vera, y sin ingredientes agresivos para la piel, y en invierno dos o tres veces por semana.
Cambiar la ropa de cama, sábanas y fundas una vez por semana, no es necesario más.
Y lavarlas con jabones naturales sin colorantes, sin cloro, y blanqueadores.
No utilizar los productos de la falsa higiene: colonias o desodorantes químicos.
Muy importante la Respiración, el sol, el aire libre
Hay una acción muy importante que nos sigue eternamente desde nuestra venida a la vida física, el nacimiento, y que se queda con nosotros hasta la partida de nuestra Alma, la muerte y ella es:
La Respiración.
La respiración debemos aprender a tenerla presente en todo momento ya que al ser una cosa que surge sola o sin ningún esfuerzo, nos olvidamos de respirar y por tanto convertimos la respiración en algo "pasivo".
La respiración profunda y tranquila nos ayuda a recoger la energía del aire y tranquilizar la mente.
No podemos olvidar que en relación a su peso, el cerebro es el órgano del cuerpo que más oxígeno consume.
Se recomienda mantener abiertas las ventanas de la habitación especialmente cuando la persona está enferma.
Es preferible taparse con más mantas o utilizar una bolsa de agua caliente a la hora de evitar el frío.
Quien se encuentra en crisis de desintoxicación o enfermedad elimina muchas sustancias tóxicas por el aliento y si la habitación está herméticamente cerrada las vuelve a respirar.
Por supuesto no se permitirá a nadie fumar delante de la persona enferma.
Otro elemento gratuito y que en cualquier momento del un buen día podemos encontrar es nuestro gran Astro El Sol.
El sol es uno de los cuatro elementos de la naturaleza (Fuego) del que recibimos mucha energía, aunque no nos demos cuenta.
Los rayos ultravioleta del sol, al incidir sobre la capa grasa, situada bajo la piel, produce vitamina D.
La vitamina D es totalmente necesaria para una buena absorción del calcio por el intestino, una disminución de su pérdida por la orina, y el posterior depósito de calcio en los huesos.
Debido a estas acciones es un elemento importante que hay que tener en cuenta en los problemas de huesos y en especial en la osteoporosis.
Por supuesto las recomendaciones de tomar el sol van unidas a los consejos mínimos y sanos de no tostarnos al sol del mediodía en un día de verano con 40 grados a la sombra.
No podemos desaconsejar tomar el sol cuando creemos que tan fácil y alegremente se "receta" no tomarlo hoy en día. Como ya se sabe y no se debe olvidar, todos los Extremos son perjudiciales.
El Sol es un elemento necesario para nuestra vida en el planeta y nuestro cuerpo necesita recibirlo, si es posible desnudo, para que no se queje ninguna de las partes "que hay que esconder".
Estas partes que nos tapamos guiados por nuestros falsos conceptos de la moralidad, necesitan tanto el sol como cualquiera de las otras.
Es importante, por ejemplo, que una persona con problemas óseos en la cadera sepa tomar el sol en esa zona (en el culo, o trasero), sin que nadie se escandalice por ello.
El sol, es un elemento vital para nuestro organismo, del que es cierto que no podemos abusar, pero no podemos evitar tomarlo.
En su medida y en su momento justo, sin "tostar" el cuerpo, nos da vida.
Se recomienda tomar el sol en verano antes del mediodía, hasta las de las 11 de la mañana, hacer una pausa de cuatro horas, y volver a tomar a partir de las 15 horas.
Evitar tomar sol dentro de las 11 y las 16 horas en verano, ya que los rayos caen perpendicularmente, actúan más directamente sobre nosotros, y producen mayor daño a la piel, enrojeciéndola y muchas veces, dañándola con ampollas.
La luz del sol mantiene la claridad de la luz del día en la habitación y es recomendable para la persona enferma a menos que no le afecte desfavorablemente, por ej. en una migraña.
El estado psicológico del enfermo es mejor en un día soleado que un día nublado.
Y esto es cierto ya en ciertos países donde la luz del sol es escasa, como los países nórdicos, Dinamarca, Finlandia, Islandia y Noruega, las personas sufren emocional y psíquicamente por la falta de luz en invierno, y muchas veces, esta carencia de luz, transtornan a la persona y pueden llegar al suicidio.
Tanto nuestro hogares como los hospitales deberían estar localizados en sitios tranquilos, en plena naturaleza y contar con unos jardines o campo para pasear y entrar en conexión con la Naturaleza y con uno mismo.
Las emociones.
Cualquier persona necesita expresar sus emociones y aprender, poco a poco, a llevar una vida más transparente, más espiritual, dedicar más tiempo a la buena lectura, a dibujar o pintar un cuadro, admirar un paisaje, a reflexionar sobre lo que nos queda de vida, y tratar de comenzar a vivir naturalmente, para vivir mejor.
Es necesario saber liberar las tensiones psico-corporales y expresar las emociones, preocupaciones, miedos, angustias...que de otra manera nos atan la mente y el cuerpo ya que si nos las dejamos en nuestro interior y no las sacamos, así acabarán somatizando alguna enfermedad en nuestro Cuerpo Físico y el problema será después mucho más grave.
Las personas durante la crisis física o mental, necesitan, como todos, pero de forma especial, que alguien le escuche.
Alguien a quien poder contar sus problemas, miedos, angustias.
Desgraciadamente muchas veces nos da miedo hablar con el enfermo, especialmente cuando ha sido diagnosticado con una de esas enfermedades con etiqueta, especialmente el cáncer y el Sida.
También necesitamos que nos animen pero de forma sana, no como un cumplido o por no afrontar o vivir la verdad de una enfermedad grave.
La persona con frecuencia necesita una apoyo psicológico que le facilite la expresión y conscienciación de los problemas psico-emocionales que literalmente atan su cuerpo, necesita ser escuchado y comprendido.
Precisa que le ayuden a liberar la "camisa de fuerza" mental-energético-corporal que atenaza y agarrota ciertas zonas de su cuerpo.
Tras sus síntomas físicos se esconden con frecuencia los miedos, angustias, rabias reprimidas y no expresadas, que impiden la soltura corporal y emocional.
El niño nace suelto, las personas más sanas mentalmente están más sueltas corporalmente.
Las personas con graves problemas psicológicos tienen el cuerpo sin vida, rígido, con poca expresión y con la coraza puesta, viven sin vivir la vida.
Es por eso que, los "alimentos" más importantes para el ser humano y la Humanidad serán dos que no entran precisamente por nuestra boca: La Amistad y El Amor.
El niño pequeño no crece bien física ni psicológicamente si le faltan estos dos alimentos.
El amor hacia uno mismo o autoestima es el primer paso INEVITABLE para querer a los demás.
No podemos amar a los demás, si primero no nos amamos a nosotros mismos. Si primero no nos cuidamos, no nos hace todo el bien posible. Debemos querernos más.
No nos equivoquemos, la autoestima o el amarse, o respetarse a uno mismo es el primer paso para el amor a otros.
De ésta manera esteremos listos para ayudar a quien lo necesite.
La enfermedad es uno de esos momentos donde necesitamos y a la vez nos podemos dejar querer por la familia y por nuestros amigos y amigas.
La persona enferma necesita sentirse protegido por el medio familiar y los amigos.
El amor es la mejor medicina. El amor lo cura todo. El amor todo lo puede.
Todos los hombres y todas las mujeres necesitamos momentos para estar con nosotros mismos.
Momentos para meditar y conectar con la vida dentro y fuera de nosotros.
La enfermedad, si es aceptada, es un buen momento para interiorizarse y estar con uno mismo sin necesidad de preocuparnos por nuestro trabajo, por la familia,...
Tiempo para dedicarnos a nuestro mejor amigo, al que nunca nos abandona, a nosotros mismos. En una sociedad donde el individuo está tan acostumbrado a vivir hacia fuera, el momento de la enfermedad o de la soledad es un momento para mirar hacia dentro. Todas las personas necesitamos la calma emocional, pero especialmente durante las crisis se necesita un medio sin ruidos, sin voces, sin luces, y sin olores fuertes, especialmente en algunos procesos (ej. dolores de cabeza, migrañas, stress etc...).
Para tener en cuenta
El buen descanso en la cama es aconsejable, tanto como dormir las ocho, o nueve horas necesarias que el cuerpo necesite.
Dormir sobre una cama que no sea muy blanda y si es posible de material natural (lana, algodón).
Durante el invierno, para mantener mucho mejor el calor podemos cubrir el colchón con una cubierta de lana que se pueda cambiar con facilidad.
Apoyamos el colchón sobre una base un poco dura.
Utilizamos una pequeña y blanda almohada. Se aconseja utilizar ropa o sábanas de algodón o lino en contacto con el cuerpo y chaquetas o mantas de lana virgen u otro tejido natural para mantener el calor.
La ropa debe estar suelta y que permita la transpiración de la piel. No olvidemos que gran parte de nuestra vida la pasamos en la cama.
Intentemos mantener lo más limpio y agradable posible el lugar donde vivimos, utilizando los materiales más naturales posibles.
El plástico, los aluminios, el acero son elementos fríos. La madera, el empapelado para cubrir las paredes, los sillones cubiertos de tela de algodón, son calientes.
El aroma de las flores, y los colores verdes, blancos y azules pasteles nos curan.
Es necesario que la persona vaya adquiriendo consciencia de su cuerpo y de las posturas correctas que le ayudan física y psíquicamente a mejorar su salud física y emocional.
Es necesario un verdadero trabajo de reeducación para que el niño desde sus primeros movimientos tenga un movimiento suelto y en la escuela sepa mantenerse de la mejor manera posible en esas mesas y sillas tan cuadradas y tan poco adecuadas para mantener una buena posición.
Los trabajos de psicomotricidad con niños pequeños pueden ser de gran ayuda para prevenir o mejorar posibles trastornos posteriores.
La postura y la costumbre de sentarse con frecuencia en el suelo o mantenerse en cuclillas , como lo hacen los orientales, aunque sea apoyando la espalda en la pared o cogiéndose a una barra con las manos, nos ayudaría a mejorar la salud de nuestras extremidades inferiores y de la pelvis.
En algunos países existen "escuelas de dolor lumbar" para la prevención del lumbago común (lumbalgia), donde se analizan las tareas laborales, se corrigen posturas, se evitan traumatismos de origen laboral ya que sin duda alguna es la enfermedad de la Nueva Era.
Sentarse correctamente formando un ángulo de 90 grados, entre las piernas y la espalda bien erguida, es lo ideal para no sufrir de dolor de columna.
Es necesario utilizar un zapato bajo, amplio, especialmente en la punta y abierto en verano.
Lo mejor para el tiempo de calor son las sandalias.
Y de vez en cuando debemos disfrutar de pisar con los pies descalzos la hierba y la arena de la playa.
Uno de los peores hábitos adquiridos, especialmente en los últimos años es el hecho de encerrar y comprimir los delicados pies de los niños pequeños en esas botas duras y que impiden andar con soltura.
Los niños de nuestro tiempo parecen patos caminando con esas botas duras y rígidas, que le fijan la articulación del tobillo y además son dos números más grandes que lo que le corresponde a sus sensibles pies, para que les valgan hasta el año que viene.
Otro mal habito que los padres imponen a sus hijos en edad escolar, es cargar en la espalda del niño una mochila con todos los libros y útiles escolares.
Provocándoles con el tiempo, dolor de cintura, espalda y cuello.
Antigüamente en los presidios a los presos les ponían una cadenas, argollas o una bola pesada en su tobillo; hoy les ponemos unas botas ajustadas de dos palmos y una mochila pesada en la espalda.
Que alguien nos haga masajes, no sólo nos da placer, sino también estimula nuestras defensas y emociones interiores
jueves, 4 de agosto de 2011
miércoles, 3 de agosto de 2011
Llorar hace bien y es tomado como una terapia para la salud
Niños, mujeres, hombres, todos lloramos en algún momento de nuestras vidas.
De pena, de dolor, de alegría.
Todos sabemos que reir es mejor que llorar, pero en este caso llorar, es una de las terapias que se utiliza para mejorar nuestra salud.
Lo que no se suele decir es que llorar también es bueno y saludable.
El llanto ha sido proscrito de muchas formas en nuestras sociedades modernas a pesar de que es algo tan natural como la risa e igual de necesario y muy útil para cuando estamos atravesando una situación harto difícil.
Al llorar liberamos adrenalina.
La risa y el llanto forman parte de nuestra vida y tienen muchas cosas en común, entre ellas, y la más obvia, es que son contagiosos.
La risa genera endorfinas, pequeñas proteínas popularmente llamadas de “la felicidad”.
Las endorfinas actúan como neurotransmisores aumentando los niveles de células T, que refuerzan el sistema inmunológico del organismo, y hacen que nos produscan una sensación de bienestar y conformidad.
Algo parecido ocurre con cuando lloramos. Llorar nos hace liberar adrenalina, una hormona que segregamos en situaciones de estrés, y noradrenalina, que actúa como neurotransmisor y tiene un efecto contrario al de la adrenalina.
Cuando lloramos, eliminamos estas hormonas, lo que produce una sensación de desahogo y tranquilidad, reduce el stress y liberamos tensiones.
Un ejemplo de esto es que, después de llorar, tanto niños como adultos se quedan tranquilos, con una cierta paz, y la mayoría de ellos dormidos.
Una muy buena válvula de escape.
El llanto es la mejor válvula de escape para cualquier emoción intensa que nos sobrepasa en un momento dado. Muchas veces el llano suple al medicamento, como un tranquilizante.
Cuando rompemos a llorar, las emociones se liberan como si las hubiéramos tenido atrapadas en una olla a presión, la soltamos todas juntas y explotan en nuestros ojos formando las lágrimas.
El llanto es parte del aprendizaje y del desarrollo humano desde que nace hasta que muere, y lo llevará con él toda su vida.
Ya al nacer un bebé lo primero que hace es llorar.
Por lo desconforme que se encuentra en ése momento, ya que dentro de la panza madre estaba muy cómodo, a la temperatura ideal, y todas sus necesidades estaban cubiertas, al sacarlo de ése ambiente rompe a llorar.
Pero conforme va transcurriendo nuestra vida, y por sobre todo en la etapa de adultos prescindimos de las muy saludables lágrimas como “cosa de niños”, nos las permitimos en muy pocas ocasiones, y sólo cuando nos es imposible tragárnoslas.
El estrés, la tristeza, el dolor psíquico y físico, la alegría, los nervios, la angustia, la emoción, etc., etc., son sentimientos que podemos traducir en lágrimas. Cuando lo hacemos nos sentimos mucho mejor.
Ahora si ahogamos el llanto, no lo dejamos salir, sólo logramos aumentar la presión y el desequilibrio psíquico interior, dejándonos con más agustia, preocupación y con una carga emocional que luego se manifestará en nuestra psiquis (mente).
Las lágrimas que no derramamos generalmente enferman nuestro cuerpo y nuestra alma, vamos llevando en nuestras espaldas, una carga difícil que soportar y muchas veces no sabemos como afrontar lo que nos angustia, lo que nos preocupa.
Por eso hay que aprender a llorar, a no temer a la sociedad que califica a quien llora como una persona débil, y que muchos se rien cuando nos ven llorar, es que ellos no entienden que si también lloraran, muchos problemas que consideramos tremendos y dificiles de afrontar, después de llorar, vemos que no era tal como creíamos, ahora lo vemos con otros ojos.
Hay un refrán que dice: todo se ve mejor después de haber llorado.
Vivimos en una sociedad, tan tecnificada, tan materialista, y últimamente con falta de valores espirituales, que llorar resulta algo muy difícil, es algo que se hace muy pocas veces y preferentemente en privado.
Ya que muchos piensan que llorar es mostrar un costado débil.
Este pensamiento ha sido estimado desde un punto de vista negativo y traumático durante mucho tiempo, en muchas sociedades, y transmitido de generación en generación.
Se han resaltado mucho los innegables beneficios físicos, psíquicos y emocionales de la risa; pero poco se ha dicho sobre las bondades y beneficios del llanto.
Es cierto que reír nos favorece, tanto en lo físico como en lo emocional:
aumenta la circulación sanguínea, estimula el cuerpo y mejora nuestra salud, elimina el estrés y las tensiones, eleva la autoestima, aumenta la inteligencia y retrasa el envejecimiento.
La risa es buena, pero también llorar tiene sus ventajas.
El investigador británico Charlin Darwin, quien se dedicó a estudiar la relación biológica de las lágrimas con “lo emocional” y profundizó las investigaciones en torno a una conexión entre el estado anímico de las personas y los gestos producidos por el llanto, y ha asegurado que llorar tiene un efecto saludable en el ser humano.
El doctor William Frey, del Saint Paul Ramsay Medical Center, en Minessota, asegura que los gestos de la risa y el llanto son muy similares y “llorar un buen rato” alivia tensiones, elimina la tristeza y permite que una persona se conozca mejor a sí misma y se relacione de una forma más honesta con los demás.
Los resultados de los estudios realizado por establecen que:
“llorar no sólo viabiliza el desahogo y la distensión de las emociones, sino que permite a una persona ver con claridad; pues las penas, las angustias, las preocupaciones obstruyen el intelecto.”
¿Las mujeres lloran más que los hombres?
SÍ, éstas pregunta explica la razón por la cual las mujeres sufren muchos menos de úlceras, ataques cardíacos y también viven más que los hombres.
Ya las mujeres son de llanto fácil, y no les interesa la situación o el lugar donde se encuentren, si necesitan llorar, lloran.
Y según dicho estudio, el doctor Frey dice: hacen muy bien las mujeres en llorar, cosa que los hombres, deberíamos aprender e imitar para lograr una muy buena salud.
Los hombres, continúa diciendo, como desde pequeños se les advierte que;
“los hombres son machos y no deben llorar”, se “tragan” sus emociones para no poner en entredicho su masculinidad; por eso aumentan su carga de estrés y esto afecta de manera sensible su salud, generando trastornos en el organismo, que más tarde se manifestará en enfermedades, y en muchos casos acortando la vida.
Los deprimidos lloran menos.
En Estados Unidos se realizó una investigación en donde se compararon las reacciones exhibidas ante un estímulo melodramático por pacientes depresivos con las de otros que no lo son.
Los resultados sorprendieron a muchos: los depresivos no lloran más como se cree (incluso lloran menos) que las personas que no están aquejadas por esta patología.
El psiquiatra Cristian Prado, máster en Neurociencias de la Universidad de Chile, justifica estos resultados al señalar que “un porcentaje de los deprimidos están planos,” pues una parte de la estructura del cerebro se apaga funcionalmente y ocasiona que una persona muestre indiferencia ante el dolor, se aísle y todo les dé lo mismo.
¿Llorar para ser feliz?
Aunque usted no lo crea, llorar también beneficia su salud emocional, pues le ayuda a sacar las sensaciones negativas que un determinado evento o circunstancia haya causado a su vida, o por la cual esta atravesando.
Llorar le permite eliminar toxinas y luego de permitirse derramar sus lágrimas sentirá un efecto beneficioso, un bienestar similar a tomar un baño tibio antes de ir a la cama, ver un film cómico, o simplemente descargar tensiones.
De ahí la importancia de formar entes, desde la primera infancia, que entiendan la importancia de verter sus sentimientos y sentir desahogo en el llanto, ya que expresa nuestros sentimientos, y cuando lloramos estamos diciendo que algo anda mal.
Llorar definitivamente no es una debilidad del ser humano, es un poco de aire fresco a nuestra vida, si la gente llorara más, tomaría menos pastillas para dormir, y disfrutaría más la vida.
Aunque las lágrimas han sido consideradas como signos de debilidad femenina e inseguridad en las personas, en la actualidad se valora cada vez más el sentido que las emociones dan a nuestra vida y el papel esencial que desempeña el llanto emocional; tanto a nivel expresivo como a la hora de facilitar la liberación de distintas emociones, como el miedo, el dolor o la alegría.
Como se dijo antes, la gente que no se permite llorar, cualquiera sea el motivo, sólo provocará ganar más presión, sentirse impotente e incontralable y en el momento menos esperado explotar; es alimentar una bomba de tiempo, cuya única finalidad será explotar en el momento que menos se este esperando.
Cada vez que quiera llorar: llore, que nadie se lo impida, no crea que se convertirá en un llorón o llorona, piensa que se está moldeando correctamente, hasta llegar a ser un ser humano razonable y que aprende a equilibrar sus emociones y a canalizar algún problema que lo aqueja.
Reir es saludable, llorar también lo es y si lo que procura es vivir por mucho tiempo, y con salud, empiece haciendo lo correcto, no deje para mañana las lágrimas que puede derramar hoy. Expréselo llorando, se sentirá mejor, mucho mejor.
El llanto es tan beneficioso para la salud como la risa, porque nos permite distraernos de las causas de nuestras angustias y fijar la atención en nuestros sentimientos; sintetiza y alivia el pesar humano;
por eso, cuando sienta deseos de llorar, aílese, retírese previamente, busque un lugar y momento adecuado, y ¡llore!.
Reír y llorar producen efectos similares
La risa y el llanto son dos maneras de expresar emociones y están vinculadas con la presión sanguínea, la aceleración y detención de nuestra respiración, el enrojecimiento y la palidez de nuestro rostro e incluso el tono muscular.
Ambas nos permiten descargar tensiones y poseen una función reguladora que crea circunstancias ventajosas para nuestro organismo y nuestro sistema inmune.
La risa incide en el sistema endocrino para que este ordene al cerebro la secreción de una serie de hormonas tales como las endorfinas, que controlan el dolor, la angustia, al desesperación, la falta de confianza en si mismo;
la adrenalina, que ayuda a estimular la imaginación; la dopamina, que favorece la actividad mental; y la serotonina, que posee efectos calmantes y disminuye tanto la ansiedad como el hambre.
El llanto emocional (no el provocado por el dolor físico), cumple una función vital en el desarrollo humano.
Las reacciones químicas propias de las lágrimas activan determinadas hormonas que producen efecto tranquilizador beneficioso para el organismo, al eliminarse ciertas sustancias depresoras producidas por la sensación de tristeza.
Datos científicos sobre el llanto.
A veces calificado como inútil (llorar no nos ayuda en la supervivencia, ya que cuando tenemos miedo nos aleja de una conducta de autoprotección como la huída) el acto de llorar es, sin embargo, sentido como tranquilizador por el 85% de las mujeres y el 73% de los hombres, según indican estudios realizados por investigadores norteamericanos.
Esta explicación se encuentra en el sistema nervioso, más precisamente en el parasimpático, cuyo objetivo es restablecer la calma después de una acumulación de tensiones en el cuerpo. También sería el responsable de la producción de las lágrimas.
Los científicos han intentado medir la cantidad y frecuencia de nuestras lágrimas.
Los resultados obtenidos muestran que la edad y el sexo son variables importantes, cuando de llorar se trata: el llanto disminuye en un 40% a partir de los 65 años y en un 70% hacia los 80 años; es mayor entre las 19 y las 22 horas, y las mujeres lloran cinco veces más que los hombres.
El doctor Alain Braconnier, psiquiatra y psicoanalista francés, autor de
“El sexo de las emociones” explica:
“Las lágrimas son la expresión de sentimientos. Si bien tanto hombres como mujeres experimentan las mismas emociones, su manifestación es diferente, por motivos fisiológicos y culturales.
La testosterona, hormona masculina, es contraria a la expresión de los sentimientos bajo la forma de llantos. Los hombres expresarán, pues, sus angustias y contrariedades a través de la ira o el mutismo, mientras que las mujeres llorarán.
Por otro lado, tenemos el peso de la educación, de la cultura.
En la corte de Luis XIV, era bien visto ver un hombre llorando.
Hoy en día, por el contrario, es una debilidad. Salvo si se producen en un entierro, donde las lágrimas son muy recomendadas”.
En un estudio efectuado por la doctora Moira Maguire, de la Asociación Británica de Psicología, se ha visto que la experiencia de llorar es más compleja en las mujeres, ya que durante el llanto se ponen en juego un mayor número de sentimientos, como la alegría, el miedo, la autocompasión, la impotencia, el enojo, la euforia, el júbilo y la frustración.
Y que la expresión más utilizada por los hombres para definir la causa de su llanto fue el “haber tocado fondo”.
Ellos y ellas coinciden en llorar a solas, revela dicho estudio.
Y si lo hacen en presencia de alguien, en general es un miembro de la familia o un amigo, alguien de mucha confianza.
Pero otra gran diferencia está en que, mientras los hombres no se encuentran satisfechos del apoyo recibido por la otra persona (la mayoría opina que se sintió ‘ignorado’ cuando lloraba), las mujeres afirman que se sintieron reconfortadas por el entorno.
Esto lleva a una conclusión:
Las mujeres cuando lloran los hombre y otras mujeres sienten pena y deseos de calmarla, dándoles aliento y animándolas.
En cambio cuando los hombres lloran:
Su entorno sea hombres o mujeres, solo atinan a mirar, y hablar entre ellos, pero no calman al que llora, o le dan ánimo, son solo simples espectadores.
Sin embargo, el que ambos elijan llorar a solas sugiere que el llanto es más una canalización de tensiones que un reclamo de apoyo social.
Llorar es, pues, una manera de limpiar nuestra alma de aquello que nos causa dolor, nos enoja, nos humilla, nos frustra.
Después de una buena “sesión” de llanto es probable que veamos más claro el camino a seguir, si logramos detectar el sentimiento que está por detrás de ese mar de lágrimas.
Hay tres clases de lágrimas.
Los seres humanos producimos tres tipos de lágrimas:
las reactivas (bajo el efecto de una irritación química o física);
las emocionales, producidas por la glándula lacrimal principal;
y las lubrificantes, producidas por las glándulas más pequeñas.
Todas tienen la misma composición; agua, aceites, sales, glucosa, urea, etc.
Pero las lágrimas emocionales tienen mayor concentración de proteínas y hormonas (ACTH y prolactina, asociadas al estrés).
La prolactina presente en cantidades más importantes en las mujeres (también es la responsable de la producción de leche materna) sería una explicación posible de por qué las mujeres lloran más a menudo.
“¡Llorá de una buena vez, te va a hacer bien!”
Sí, pero ¿por qué? No son las lágrimas en sí mismas las que actúan como un bálsamo milagroso sino el proceso catártico que ellas desencadenan, explica Alexander Lowen, creador de la terapia bioenergética.
Al llorar, liberamos las tensiones del cuerpo.
Más aún: según Lowen, “llorar evita que la angustia y la depresión se apodere de nosotros”.
El hombre según su educación y su cultura, es de no llorar. El hecho está cambiando y ahora se atreve a hacerlo dejando de lado ciertos machismos que durante siglos predominaron por la sociedad patriarcal.
De pena, de dolor, de alegría.
Todos sabemos que reir es mejor que llorar, pero en este caso llorar, es una de las terapias que se utiliza para mejorar nuestra salud.
Lo que no se suele decir es que llorar también es bueno y saludable.
El llanto ha sido proscrito de muchas formas en nuestras sociedades modernas a pesar de que es algo tan natural como la risa e igual de necesario y muy útil para cuando estamos atravesando una situación harto difícil.
Al llorar liberamos adrenalina.
La risa y el llanto forman parte de nuestra vida y tienen muchas cosas en común, entre ellas, y la más obvia, es que son contagiosos.
La risa genera endorfinas, pequeñas proteínas popularmente llamadas de “la felicidad”.
Las endorfinas actúan como neurotransmisores aumentando los niveles de células T, que refuerzan el sistema inmunológico del organismo, y hacen que nos produscan una sensación de bienestar y conformidad.
Algo parecido ocurre con cuando lloramos. Llorar nos hace liberar adrenalina, una hormona que segregamos en situaciones de estrés, y noradrenalina, que actúa como neurotransmisor y tiene un efecto contrario al de la adrenalina.
Cuando lloramos, eliminamos estas hormonas, lo que produce una sensación de desahogo y tranquilidad, reduce el stress y liberamos tensiones.
Un ejemplo de esto es que, después de llorar, tanto niños como adultos se quedan tranquilos, con una cierta paz, y la mayoría de ellos dormidos.
Una muy buena válvula de escape.
El llanto es la mejor válvula de escape para cualquier emoción intensa que nos sobrepasa en un momento dado. Muchas veces el llano suple al medicamento, como un tranquilizante.
Cuando rompemos a llorar, las emociones se liberan como si las hubiéramos tenido atrapadas en una olla a presión, la soltamos todas juntas y explotan en nuestros ojos formando las lágrimas.
El llanto es parte del aprendizaje y del desarrollo humano desde que nace hasta que muere, y lo llevará con él toda su vida.
Ya al nacer un bebé lo primero que hace es llorar.
Por lo desconforme que se encuentra en ése momento, ya que dentro de la panza madre estaba muy cómodo, a la temperatura ideal, y todas sus necesidades estaban cubiertas, al sacarlo de ése ambiente rompe a llorar.
Pero conforme va transcurriendo nuestra vida, y por sobre todo en la etapa de adultos prescindimos de las muy saludables lágrimas como “cosa de niños”, nos las permitimos en muy pocas ocasiones, y sólo cuando nos es imposible tragárnoslas.
El estrés, la tristeza, el dolor psíquico y físico, la alegría, los nervios, la angustia, la emoción, etc., etc., son sentimientos que podemos traducir en lágrimas. Cuando lo hacemos nos sentimos mucho mejor.
Ahora si ahogamos el llanto, no lo dejamos salir, sólo logramos aumentar la presión y el desequilibrio psíquico interior, dejándonos con más agustia, preocupación y con una carga emocional que luego se manifestará en nuestra psiquis (mente).
Las lágrimas que no derramamos generalmente enferman nuestro cuerpo y nuestra alma, vamos llevando en nuestras espaldas, una carga difícil que soportar y muchas veces no sabemos como afrontar lo que nos angustia, lo que nos preocupa.
Por eso hay que aprender a llorar, a no temer a la sociedad que califica a quien llora como una persona débil, y que muchos se rien cuando nos ven llorar, es que ellos no entienden que si también lloraran, muchos problemas que consideramos tremendos y dificiles de afrontar, después de llorar, vemos que no era tal como creíamos, ahora lo vemos con otros ojos.
Hay un refrán que dice: todo se ve mejor después de haber llorado.
Vivimos en una sociedad, tan tecnificada, tan materialista, y últimamente con falta de valores espirituales, que llorar resulta algo muy difícil, es algo que se hace muy pocas veces y preferentemente en privado.
Ya que muchos piensan que llorar es mostrar un costado débil.
Este pensamiento ha sido estimado desde un punto de vista negativo y traumático durante mucho tiempo, en muchas sociedades, y transmitido de generación en generación.
Se han resaltado mucho los innegables beneficios físicos, psíquicos y emocionales de la risa; pero poco se ha dicho sobre las bondades y beneficios del llanto.
Es cierto que reír nos favorece, tanto en lo físico como en lo emocional:
aumenta la circulación sanguínea, estimula el cuerpo y mejora nuestra salud, elimina el estrés y las tensiones, eleva la autoestima, aumenta la inteligencia y retrasa el envejecimiento.
La risa es buena, pero también llorar tiene sus ventajas.
El investigador británico Charlin Darwin, quien se dedicó a estudiar la relación biológica de las lágrimas con “lo emocional” y profundizó las investigaciones en torno a una conexión entre el estado anímico de las personas y los gestos producidos por el llanto, y ha asegurado que llorar tiene un efecto saludable en el ser humano.
El doctor William Frey, del Saint Paul Ramsay Medical Center, en Minessota, asegura que los gestos de la risa y el llanto son muy similares y “llorar un buen rato” alivia tensiones, elimina la tristeza y permite que una persona se conozca mejor a sí misma y se relacione de una forma más honesta con los demás.
Los resultados de los estudios realizado por establecen que:
“llorar no sólo viabiliza el desahogo y la distensión de las emociones, sino que permite a una persona ver con claridad; pues las penas, las angustias, las preocupaciones obstruyen el intelecto.”
¿Las mujeres lloran más que los hombres?
SÍ, éstas pregunta explica la razón por la cual las mujeres sufren muchos menos de úlceras, ataques cardíacos y también viven más que los hombres.
Ya las mujeres son de llanto fácil, y no les interesa la situación o el lugar donde se encuentren, si necesitan llorar, lloran.
Y según dicho estudio, el doctor Frey dice: hacen muy bien las mujeres en llorar, cosa que los hombres, deberíamos aprender e imitar para lograr una muy buena salud.
Los hombres, continúa diciendo, como desde pequeños se les advierte que;
“los hombres son machos y no deben llorar”, se “tragan” sus emociones para no poner en entredicho su masculinidad; por eso aumentan su carga de estrés y esto afecta de manera sensible su salud, generando trastornos en el organismo, que más tarde se manifestará en enfermedades, y en muchos casos acortando la vida.
Los deprimidos lloran menos.
En Estados Unidos se realizó una investigación en donde se compararon las reacciones exhibidas ante un estímulo melodramático por pacientes depresivos con las de otros que no lo son.
Los resultados sorprendieron a muchos: los depresivos no lloran más como se cree (incluso lloran menos) que las personas que no están aquejadas por esta patología.
El psiquiatra Cristian Prado, máster en Neurociencias de la Universidad de Chile, justifica estos resultados al señalar que “un porcentaje de los deprimidos están planos,” pues una parte de la estructura del cerebro se apaga funcionalmente y ocasiona que una persona muestre indiferencia ante el dolor, se aísle y todo les dé lo mismo.
¿Llorar para ser feliz?
Aunque usted no lo crea, llorar también beneficia su salud emocional, pues le ayuda a sacar las sensaciones negativas que un determinado evento o circunstancia haya causado a su vida, o por la cual esta atravesando.
Llorar le permite eliminar toxinas y luego de permitirse derramar sus lágrimas sentirá un efecto beneficioso, un bienestar similar a tomar un baño tibio antes de ir a la cama, ver un film cómico, o simplemente descargar tensiones.
De ahí la importancia de formar entes, desde la primera infancia, que entiendan la importancia de verter sus sentimientos y sentir desahogo en el llanto, ya que expresa nuestros sentimientos, y cuando lloramos estamos diciendo que algo anda mal.
Llorar definitivamente no es una debilidad del ser humano, es un poco de aire fresco a nuestra vida, si la gente llorara más, tomaría menos pastillas para dormir, y disfrutaría más la vida.
Aunque las lágrimas han sido consideradas como signos de debilidad femenina e inseguridad en las personas, en la actualidad se valora cada vez más el sentido que las emociones dan a nuestra vida y el papel esencial que desempeña el llanto emocional; tanto a nivel expresivo como a la hora de facilitar la liberación de distintas emociones, como el miedo, el dolor o la alegría.
Como se dijo antes, la gente que no se permite llorar, cualquiera sea el motivo, sólo provocará ganar más presión, sentirse impotente e incontralable y en el momento menos esperado explotar; es alimentar una bomba de tiempo, cuya única finalidad será explotar en el momento que menos se este esperando.
Cada vez que quiera llorar: llore, que nadie se lo impida, no crea que se convertirá en un llorón o llorona, piensa que se está moldeando correctamente, hasta llegar a ser un ser humano razonable y que aprende a equilibrar sus emociones y a canalizar algún problema que lo aqueja.
Reir es saludable, llorar también lo es y si lo que procura es vivir por mucho tiempo, y con salud, empiece haciendo lo correcto, no deje para mañana las lágrimas que puede derramar hoy. Expréselo llorando, se sentirá mejor, mucho mejor.
El llanto es tan beneficioso para la salud como la risa, porque nos permite distraernos de las causas de nuestras angustias y fijar la atención en nuestros sentimientos; sintetiza y alivia el pesar humano;
por eso, cuando sienta deseos de llorar, aílese, retírese previamente, busque un lugar y momento adecuado, y ¡llore!.
Reír y llorar producen efectos similares
La risa y el llanto son dos maneras de expresar emociones y están vinculadas con la presión sanguínea, la aceleración y detención de nuestra respiración, el enrojecimiento y la palidez de nuestro rostro e incluso el tono muscular.
Ambas nos permiten descargar tensiones y poseen una función reguladora que crea circunstancias ventajosas para nuestro organismo y nuestro sistema inmune.
La risa incide en el sistema endocrino para que este ordene al cerebro la secreción de una serie de hormonas tales como las endorfinas, que controlan el dolor, la angustia, al desesperación, la falta de confianza en si mismo;
la adrenalina, que ayuda a estimular la imaginación; la dopamina, que favorece la actividad mental; y la serotonina, que posee efectos calmantes y disminuye tanto la ansiedad como el hambre.
El llanto emocional (no el provocado por el dolor físico), cumple una función vital en el desarrollo humano.
Las reacciones químicas propias de las lágrimas activan determinadas hormonas que producen efecto tranquilizador beneficioso para el organismo, al eliminarse ciertas sustancias depresoras producidas por la sensación de tristeza.
Datos científicos sobre el llanto.
A veces calificado como inútil (llorar no nos ayuda en la supervivencia, ya que cuando tenemos miedo nos aleja de una conducta de autoprotección como la huída) el acto de llorar es, sin embargo, sentido como tranquilizador por el 85% de las mujeres y el 73% de los hombres, según indican estudios realizados por investigadores norteamericanos.
Esta explicación se encuentra en el sistema nervioso, más precisamente en el parasimpático, cuyo objetivo es restablecer la calma después de una acumulación de tensiones en el cuerpo. También sería el responsable de la producción de las lágrimas.
Los científicos han intentado medir la cantidad y frecuencia de nuestras lágrimas.
Los resultados obtenidos muestran que la edad y el sexo son variables importantes, cuando de llorar se trata: el llanto disminuye en un 40% a partir de los 65 años y en un 70% hacia los 80 años; es mayor entre las 19 y las 22 horas, y las mujeres lloran cinco veces más que los hombres.
El doctor Alain Braconnier, psiquiatra y psicoanalista francés, autor de
“El sexo de las emociones” explica:
“Las lágrimas son la expresión de sentimientos. Si bien tanto hombres como mujeres experimentan las mismas emociones, su manifestación es diferente, por motivos fisiológicos y culturales.
La testosterona, hormona masculina, es contraria a la expresión de los sentimientos bajo la forma de llantos. Los hombres expresarán, pues, sus angustias y contrariedades a través de la ira o el mutismo, mientras que las mujeres llorarán.
Por otro lado, tenemos el peso de la educación, de la cultura.
En la corte de Luis XIV, era bien visto ver un hombre llorando.
Hoy en día, por el contrario, es una debilidad. Salvo si se producen en un entierro, donde las lágrimas son muy recomendadas”.
En un estudio efectuado por la doctora Moira Maguire, de la Asociación Británica de Psicología, se ha visto que la experiencia de llorar es más compleja en las mujeres, ya que durante el llanto se ponen en juego un mayor número de sentimientos, como la alegría, el miedo, la autocompasión, la impotencia, el enojo, la euforia, el júbilo y la frustración.
Y que la expresión más utilizada por los hombres para definir la causa de su llanto fue el “haber tocado fondo”.
Ellos y ellas coinciden en llorar a solas, revela dicho estudio.
Y si lo hacen en presencia de alguien, en general es un miembro de la familia o un amigo, alguien de mucha confianza.
Pero otra gran diferencia está en que, mientras los hombres no se encuentran satisfechos del apoyo recibido por la otra persona (la mayoría opina que se sintió ‘ignorado’ cuando lloraba), las mujeres afirman que se sintieron reconfortadas por el entorno.
Esto lleva a una conclusión:
Las mujeres cuando lloran los hombre y otras mujeres sienten pena y deseos de calmarla, dándoles aliento y animándolas.
En cambio cuando los hombres lloran:
Su entorno sea hombres o mujeres, solo atinan a mirar, y hablar entre ellos, pero no calman al que llora, o le dan ánimo, son solo simples espectadores.
Sin embargo, el que ambos elijan llorar a solas sugiere que el llanto es más una canalización de tensiones que un reclamo de apoyo social.
Llorar es, pues, una manera de limpiar nuestra alma de aquello que nos causa dolor, nos enoja, nos humilla, nos frustra.
Después de una buena “sesión” de llanto es probable que veamos más claro el camino a seguir, si logramos detectar el sentimiento que está por detrás de ese mar de lágrimas.
Hay tres clases de lágrimas.
Los seres humanos producimos tres tipos de lágrimas:
las reactivas (bajo el efecto de una irritación química o física);
las emocionales, producidas por la glándula lacrimal principal;
y las lubrificantes, producidas por las glándulas más pequeñas.
Todas tienen la misma composición; agua, aceites, sales, glucosa, urea, etc.
Pero las lágrimas emocionales tienen mayor concentración de proteínas y hormonas (ACTH y prolactina, asociadas al estrés).
La prolactina presente en cantidades más importantes en las mujeres (también es la responsable de la producción de leche materna) sería una explicación posible de por qué las mujeres lloran más a menudo.
“¡Llorá de una buena vez, te va a hacer bien!”
Sí, pero ¿por qué? No son las lágrimas en sí mismas las que actúan como un bálsamo milagroso sino el proceso catártico que ellas desencadenan, explica Alexander Lowen, creador de la terapia bioenergética.
Al llorar, liberamos las tensiones del cuerpo.
Más aún: según Lowen, “llorar evita que la angustia y la depresión se apodere de nosotros”.
El hombre según su educación y su cultura, es de no llorar. El hecho está cambiando y ahora se atreve a hacerlo dejando de lado ciertos machismos que durante siglos predominaron por la sociedad patriarcal.
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